Como adultos, nos fijamos objetivos de forma natural a lo largo de nuestra vida, al darnos cuenta de que alcanzar un objetivo es una forma eficaz de mejorar.
Los niños también se fijan metas, pero lo hacen de forma natural, como parte del proceso de crecimiento. Los niños llaman a los objetivos "sueños": estos "sueños" les permiten ganar confianza en sí mismos, empezar a definirse fuera de las normas y expectativas de sus padres y plantearse retos.a empezar a definirse fuera de las normas y expectativas de sus padres, y a plantearse retos.
María Montessori describió "estos sueños" como una fuerza vital presente en cada individuo y que le guía hacia su propia evolución.
Establecer objetivos implica estos tres puntos clave:
1) Defina objetivos alcanzables y realistas.
Tómese el tiempo necesario para ayudar a su hijo a definir su objetivo de forma realista, limitándolo a una o dos frases y, sobre todo, haciéndolo alcanzable. Cuando un niño de cualquier edad, desde la escuela primaria hasta la adolescencia, es capaz de identificar un objetivo, crear pasos para alcanzarlo y lograrlo con éxito, adquiere también un mayor sentido de la autoeficacia. Esto conduce a una sensación de control sobre la propia dirección, impacto y papel en el mundo, y a una mayor confianza en sí mismo.
2) Permita que su hijo se fije metas que conformen su identidad.
Una vez que los niños han crecido un poco y dominan las nociones básicas para fijarse objetivos alcanzables, estos objetivos les ayudan a hacer la transición de la infancia a la edad adulta. También les permiten mirar más allá de su infancia y de las expectativas de sus padres, y forjar su propia identidad. Empiece a fijar objetivos con su hijo a una edad temprana y ayúdele a planificar sus sueños para el futuro.
3 Apoyarles en su viaje de iniciación hacia la realización de sus sueños.
Las metas elegidas por los niños pueden ser a veces difíciles de entender para los padres, ya que pueden diferir de las tradiciones o normas familiares y sociales. Un niño puede decidir caminar largas distancias, dedicarse a un nuevo hobby o ir a un colegio que no es el que los padres habían planeado o imaginado para él. Cuando el objetivo de su hijo sea contrario al que usted habría elegido para él, comprenda que la confianza que le está dando es beneficiosa para su desarrollo. Se trata de una etapa normal y, aunque pueda resultarle difícil, dejar que su hijo cree su propia identidad, siempre que los objetivos sean sanos y positivos, es el papel que debe adoptar ahora.
Los objetivos de los niños no son sólo un reto para los padres, sino también para los niños. Un objetivo, por su propia naturaleza, debe definirse de forma que vaya algo más allá del estado actual del individuo. Esto debe inculcar en el niño la voluntad de cambiar, y el cambio no es fácil para nadie. Cuando un niño es capaz de superar un obstáculo, perseverar o tiene que crear otro plan para alcanzar su objetivo, aprende procesos críticos para el éxito en todos los ámbitos.
Los retos relacionados con los objetivos se presentan de muchas formas, algunas más manejables y menos conmovedoras que otras. La magnitud del reto sacará a relucir este nivel de determinación en el niño; en esta fase, el niño tiene que esforzarse más, superar la mentalidad actual y "dar un paso más" para conseguir el objetivo. Por este motivo, los niños necesitan especialmente el apoyo de los padres en estos momentos difíciles. Fijar el objetivo por escrito, recordar al niño el resultado final deseado y comentar verbalmente los progresos son formas en que los padres pueden proporcionar una ayuda inestimable durante las etapas difíciles de la consecución de un objetivo.
A medida que su familia reflexiona sobre el año pasado y mira hacia adelante, hacia las oportunidades de crecimiento en 2019, defienda las metas que sus hijos se han fijado. Invierta en su proceso de superación personal, así como en el suyo propio. El sentido de comunidad y el apoyo que su hijo sienta de usted al principio del proceso le darán una motivación adicional para tener éxito. Las metas se fijan con el propósito de superarse, y compartir esa meta entre los miembros de su hogar es uno de los tesoros más preciados de la familia.
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