Todo empezó hace 25 años, cuando Myriam descubrió la escuela. Buena alumna y reservada, muy pronto se sintió avergonzada, con la omnipresente sensación de que la juzgaban por su rendimiento, de que respondía sobre todo a las expectativas de la institución.
En casa, un ambiente completamente diferente, serio pero cálido, una madre educadora infantil que busca algo diferente para su creativa y tímida hija. Sin darse cuenta, fue mientras aprendía sobre los métodos de enseñanza Montessori cuando despertó una idea en la cabeza de su hija: "¿Qué pasa con el niño en todo esto?
Esta pregunta nunca la abandonaría. Como si quisiera corregir un error, Myriam estudió Derecho y Pedagogía Montessori. Incluso llegó a afiliarse a la asociación oficial del mismo nombre, que se centra en la expresión de la individualidad de los niños. Pero fue sobre todo a través de conversaciones con padres jóvenes como se dio cuenta de que la pedagogía Montessori -muy científica- podía adaptarse a la vida cotidiana -demasiado realista- de los padres. Para ayudar al niño, primero hay que entender a los padres.
Los métodos de enseñanza Montessori no están bien regulados. Su nombre se utiliza a menudo para vender, para poner una etiqueta mal entendida a productos a veces mal adaptados. Sólo una cierta élite consigue realmente disfrutar de los beneficios de esta ciencia educativa. A esto se añade el miedo de los padres, de no saber cómo integrar esta revolución educativa con los beneficios de la escuela tradicional. Hay muchos obstáculos que superar, sobre todo para los padres jóvenes e inexpertos.
Myriam se esfuerza por derribar esos muros. En primer lugar, manteniéndose cerca del terreno, conociendo cada vez a más padres en sus casas y en situaciones de la vida real. Después, rodeándose de personas competentes y formadas en los métodos de enseñanza Montessori. Con paciencia y con la ayuda de su apasionada madre, Myriam está desarrollando su red, sus conocimientos y su experiencia.
Entonces conoció a Ziryeb, un doctor en farmacia que soñaba con crear un orfanato. Ziryeb y Myriam congeniaron rápidamente, y el joven no dudó en ir a la escuela de comercio para apoyar a Myriam en su aventura empresarial. Así nació Monti Family, con su pedagogía basada en Montessori y sus primeros pasos dados de la mano de todos los padres preocupados por una educación alternativa para sus pequeños.
Para empezar, una plataforma de comercio electrónico que ofrece a los padres productos seguros, creativos y atractivos para sus hijos. Monti Family insiste: "Dale autonomía a tu hijo, sí, pero la seguridad es lo primero". Todos los artículos se basan en los métodos de enseñanza Montessori y están fabricados con materiales de alta calidad. Se hace hincapié en los canales de distribución cortos, para garantizar el origen y la calidad de los materiales. Es este compromiso el que hace de Monti Family la referencia Montessori.
Hoy, la plataforma se expande, añadiendo servicios a sus productos. El equipo crece, las colaboraciones se multiplican y los locales se transforman, pasando de la oficina al piso, un verdadero hogar dedicado a la educación de los más pequeños. Expertos Montessori, pediatras, especialistas en EMD y educadores profesionales enriquecen la web y las redes sociales con contenidos ricos, accesibles, científicos y divertidos. Artículos, entrevistas, fotos y talleres en vídeo: las jóvenes mamás encontrarán toda la información que necesitan para conocer el método Montessori mientras cultivan un estilo de vida refinado, pulido y comprometido. Es posible convertir tu hogar en un capullo cálido y creativo.
Mañana, Monti Family pretende apoyar a los padres en cada etapa del desarrollo de sus hijos. "Queremos hacer de la educación de sus hijos un momento para compartir en familia.
