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3 maneras de criar hijos independientes

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3 maneras de educar hijos independientes - Monti Family

Si utilizas el método Montessori, sabrás por experiencia que el objetivo es criar niños independientes que descubran y sigan sus propias pasiones de forma dirigida.

Esta filosofía es aún más importante en la cultura actual. 

Por ejemplo, una encuesta anual realizada a más de 150.000 estudiantes universitarios de primer curso reveló los niveles más altos de depresión y los más bajos de bienestar emocional de los últimos 50 años.

 

En el libro "Raising Can-Do Kids:Giving Children the Tools to Thrive in a Rapidly Changing World", se argumenta que los niños de hoy deben estar preparados para un futuro incierto, en el que desaparecerán muchos puestos de trabajo y se crearán otros.

Los niños necesitan aprender a seguir sus propios caminos para definir y seguir su propio concepto de éxito, y a definir de forma independiente quiénes son, algo que casi todos los niños necesitarán hacer en las próximas décadas.

Para ello, nos hemos basado en estudios, libros y recursos científicos para proponer prácticas basadas en pruebas para criar a un niño independiente. 

 

He aquí 3 principios clave:

1 - FACILITAR LA EXPLORACIÓN

Si crees en el enfoque Montessori, conoces las ventajas de dejar que los niños exploren de forma independiente, dando prioridad a la exploración multisensorial.  

Argumentamos que, desde que nacen, los bebés están programados para explorar su mundo sensorialmente y que su instinto suele cortocircuitarse por la creciente intrusión de estructuras en la vida cotidiana de los niños. 

 

La experiencia del niño en casa debe incluir muchas oportunidades para la exploración práctica. Las actividades prácticas incluyen el juego libre y la libertad de elegir y explorar a voluntad.

Es más, numerosos estudios han demostrado que incluso los niños pequeños pueden utilizar procesos cognitivos sofisticados, como el ensayo y error y el pensamiento divergente.

 Los padres pueden ofrecer actividades ilimitadas y no prescriptivas (los bloques de construcción funcionan muy bien, al igual que las actividades con plastilina) y apoyar a los niños mientras prueban sus propias ideas y descubren qué funciona y qué no.

 

Una idea especialmente importante es modelar y fomentar el "ensayo y error" en lugar del "ensayo y error": el único "error" que se produce durante el proceso creativo es no aprender de la experiencia.

 

2 - OPTIMISMO EN LA PRÁCTICA

El verdadero optimismo -la convicción de que podemos hacer algo para mejorar una mala situación, de que nada está perdido de antemano- es la esencia misma del espíritu independiente que impulsa a los niños a seguir avanzando hacia el éxito, incluso cuando las cosas no salen según lo previsto.

  

Se les da bien asumir riesgos calculados, sopesar los pros y los contras y ser resistentes, porque aprenden a superar los obstáculos y a esforzarse. 

Ser un padre optimista ayudará a su hijo a adquirir el hábito de analizar los obstáculos para identificar los pequeños pasos siguientes para mejorar (lo que contrasta tanto con el pesimismo manifiesto como con el optimismo irreal). 

 

Ayudar a los niños a analizar los retos -aprender a atarse los zapatos, aprender a nadar o entender una lección de matemáticas difícil- con el fin de definir los siguientes pasos para mejorar, impulsados por la convicción de que pueden hacerlo, es la clave del éxito.

  

También les dará confianza para probar cosas nuevas, ya sea jugar en el colegio, integrarse en un nuevo grupo de niños o aprender a tocar un instrumento, porque serán capaces de superar los obstáculos y centrarse en las pequeñas cosas que pueden mejorar, lo que, por supuesto, se convertirá en una bola de nieve con el tiempo.

  

3 - CULTIVAR LAS HABILIDADES SOCIALES

Las personas independientes triunfan en parte porque saben trabajar con los demás. 
La investigación ha demostrado que unas buenas habilidades sociales en la infancia predicen el éxito personal y profesional décadas más tarde.

 

Un niño independiente aprende a gestionar sus propios conflictos, a entablar conversaciones (los padres que hablan mucho con sus hijos, tengan la edad que tengan, les ayudarán a ampliar su vocabulario y a mejorar su capacidad para expresarse y entender a los demás) y a colaborar con distintas personalidades (los padres pueden orientar a sus hijos sobre cómo trabajar con otros para resolver problemas o completar proyectos).

 

El hecho es que saber jugar bien en el arenero es un indicador del éxito futuro.

 

Aunque estos principios no son exclusivos del enfoque Montessori, es notable que exista una extraordinaria convergencia. Podría ser útil para los entusiastas de Montessori profundizar en este trabajo para ver hasta qué punto la investigación sobre el desarrollo respalda los fundamentos que ofrece una educación Montessori.

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