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Mi hijo no come: Guía en tres pasos

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Mi hijo no come: Guía en tres pasos - Monti Family

Las comidas familiares son un momento especial para reunirse y compartir, pero a veces pueden convertirse en una fuente de estrés cuando los niños rechazan categóricamente ciertos platos. He aquí una guía detallada en tres pasos para transformar estos momentos tensos en experiencias agradables y armoniosas, fomentando al mismo tiempo una alimentación sana y variada.


Paso 1: Implicar a los niños en el proceso de elección y preparación

Implicar a los niños desde el principio puede marcar la diferencia. Cuando hagas la compra, dales la oportunidad de elegir fruta, verdura u otros alimentos para explorar. Por ejemplo, puede decirles: "Necesitamos verduras para el almuerzo de esta semana. ¿Qué verduras te gustaría probar o cocinar?".

Involucrándoles activamente, les animas a estar más abiertos a nuevos alimentos.En la cocina, hazles saber tus propias preferencias. Por ejemplo, si eres vegetariano, explícales por qué has tomado esta decisión y cómo puede ser una opción sana y respetuosa con el medio ambiente.

A nímeles a participar en la preparación de las comidas asignándoles tareas adecuadas a su edad, como lavar las verduras, mezclar los ingredientes o incluso elegir las especias para condimentar los platos.Consejo práctico: Organice "talleres de cocina" en los que cada miembro de la familia elija un ingrediente para crear un plato juntos. Esto no sólo hace que cocinar sea más divertido, sino que también anima a los niños a experimentar con los nuevos alimentos que han seleccionado.

 

Paso 2: Crear un ambiente positivo y relajado en la mesa

El ambiente en torno a la mesa puede influir mucho en la forma en que los niños perciben las comidas. Evite los comentarios negativos sobre las elecciones alimentarias de los niños y céntrese en el placer de comer juntos.

Fomente una conversación positiva haciéndoles preguntas sobre su día o hablando de temas que les interesen.Consejo: Incorpore juegos o retos, como adivinar los ingredientes de un plato o poner nombres divertidos a los nuevos alimentos que prueben. De este modo, las comidas serán más interactivas y agradables para toda la familia.

 

Paso 3: Sea paciente y persistente

Las preferencias alimentarias de los niños cambian con el tiempo, así que la paciencia es esencial. Lo que hoy rechazan puede convertirse en su plato favorito mañana.

Sea persistente en su planteamiento sin obligar a los niños a comer algo que detestan.Explíqueles la importancia de probar distintos alimentos para descubrir lo que realmente les gusta. Anímeles a probar al menos una pequeña porción de cada plato, aunque al principio se muestren reacios.

Elogie sus esfuerzos y no les obligue a terminarse el plato si no les gusta un alimento en particular.Consejo: cree un cuadro de descubrimiento de alimentos en el que los niños puedan marcar los alimentos que han probado por primera vez y dar su opinión.

Esto puede motivarles a ser curiosos y explorar nuevos sabores sin presiones. Siguiendo estos pasos e incorporando estos consejos prácticos, puedes convertir las comidas familiares en momentos de conexión y descubrimiento. Al crear un entorno positivo y fomentar la participación de los niños en el proceso de la comida, no sólo estarás promoviendo una alimentación sana, sino también creando recuerdos preciosos en torno a la mesa familiar. La clave está en la paciencia, la perseverancia y la apertura a la exploración culinaria conjunta.

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