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Mi hijo muerde, pega... ¿por qué y qué debo hacer?

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Mi hijo muerde, pega... ¿por qué y qué debo hacer? - Familia Monti

 

Tu hijo muerde, pega, araña, tira del pelo, se enfurruña... ¡y es normal! Probará distintas formas de expresar su enfado o descontento.

Entre 1 y 4 años, los niños pequeños aprenden a expresar sus emociones. Y hasta los 6 años, están sujetos a emociones fuertes y abrumadoras.  

Cuando tu hijo pequeño se comporta de forma agresiva, a menudo es porque aún no ha encontrado otra forma de expresarse. ¿Cómo puedes responder de forma cariñosa? Tu papel como padre será sugerir alternativas. 

 

Mi hijo muerde, pega o se comporta de forma agresiva. ¿A qué se debe?

Pregúntate por qué muerde. ¿Es un impulso, un problema de dentición, una forma de comunicarse con la que el bebé está experimentando? 

Tu hijo está descubriendo su entorno.

No muerden ni patean necesariamente con la intención de herir o lastimar.

Esto forma parte de su desarrollo y de la fase de socialización. Averigua qué necesidades hay detrás del comportamiento de tu hijo. Sus gestos tienen un significado que te toca a ti interpretar. 

 

Su objetivo no es hacer daño.

Cuando tu hijo muerde o pega, ¡no lo hace con la intención de hacer daño! Hasta que no tienen 2-3 años, no son conscientes de la relación entre pegar o morder y el dolor que puede causar. 

En este punto será importante que expreses tus sentimientos. 



Aliviar el dolor de la dentición

Si tiene menos de un año, es posible que tu bebé sólo esté intentando aliviar el dolor causado por la dentición. 

 

Jugar

Tu hijo muerde porque aún no domina el lenguaje. Y morder puede ser una forma de jugar. Se mete tu mejilla o la mano de su amigo en la boca igual que haría con uno de sus juguetes. 

 

La frustración del lenguaje

Alrededor de los 18 meses, tu hijo tiene mucho que decir, pero aún no es capaz de expresarlo con claridad. Esto es muy frustrante para el bebé, y puede dar lugar a gestos torpes como morder.  

 

Hay confusión en torno a la mordedura

Los besos y otros gestos táctiles pueden confundirse con morder. Suele ocurrir cuando los padres disfrutan "crujiendo los piececitos de su bebé" o "comiéndose a besos a su bebé". Así que puede que tu pequeño cocodrilo quiera devolverte el mordisco.

 

La necesidad de reafirmarse

Si tienen entre 18 y 24 meses, los bebés están en la fase del "no" y necesitan imponerse. Es entonces cuando se resiste pegando o mordiendo. Esto no tiene nada que ver con la malicia.

 

Una forma de expresar la ira

Antes de los 6 años, los niños tienen dificultades para gestionar sus emociones y a veces sufren tormentas emocionales. Pueden gritar, pegar, rodar por el suelo o morder para expresar su enfado. El objetivo no es hacer daño, sino descargar una emoción demasiado fuerte. 

 

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¿Cómo debo reaccionar cuando mi hijo muerde, pega o se muestra agresivo?

Cita: "Cuando quienes rodean a los niños los comprenden y saben cómo calmarlos, estos episodios impulsivos disminuyen y se hacen raros en torno a los 5-7 años. El adagio popular sitúa la edad de la razón a los 7 años, y con razón". Vivre heureux avec son enfant, por Catherine Gueguen. 

 

En la dinámica de la disciplina positiva, un niño que se comporta de forma inadecuada es un niño desanimado. Tu hijo pega o muerde para decirte cosas que no sabe decir de otra manera. Pero, ¿cómo responder de forma cariñosa?

 

Fomentar el desarrollo del lenguaje

Si tu hijo empieza a hablar, debes invitarle a expresar su enfado con palabras, y no a través de un mordisco o un gesto brusco. "Cariño, puedes decirlo con palabras". 

 

Evitar trivializar la mordedura 

Deben evitarse los juegos en los que se muerde al niño para jugar.

 

No devuelvas el mordisco. 

Hace unos años, cuando un niño mordía, los padres devolvían el mordisco... con más fuerza. Hoy sabemos que los niños se nutren esencialmente de lo que encarnan sus padres. Tú sirves de modelo a tus hijos y ellos se construyen observándote.  

 

Ofrecer alternativas 

  • Un mordedor puede ayudar a aliviar el dolor de la dentición.
  • Muéstrale un gesto cariñoso que con el tiempo sustituirá al mordisco.

 

No hay necesidad de seguir diciéndole "no muerdas".

Los niños pequeños no oyen la negación. Es preferible decir "basta" con firmeza para disuadirle.

 

Sugerir otras formas de imponerse

Entre los 2 y los 4 años, la personalidad de tu hijo se está desarrollando, sobre todo a través de las famosas rabietas de oposición. Si crees que tu hijo muerde porque necesita reafirmarse, proponle juegos o actividades que le ayuden a sentirse fuerte. 

 

Mantener la calma para no agravar la situación

Es cierto que a veces los padres pierden la paciencia, pero si gritas, sólo conseguirás aumentar la confusión y que tu hijo no sepa cómo reaccionar.

Puedes explicarle con calma pero con firmeza: "Tu boca mordió a tu hermanito, le duele mucho, mira, hasta tiene marcas...".

Evitando decir que TÚ le mordiste, evitamos que se sienta acusado. El mensaje llegará mucho mejor. "Tu boca se puede usar para comer o besar, pero morder está prohibido".  

 

Ayúdeles a desarrollar la empatía

Cuando tu hijo muerda o pegue, pídele que se ponga en el lugar de la persona a la que ha hecho daño. Invertir los papeles le ayudará a comprender las consecuencias de sus actos.

Por último, no tiene sentido preguntarle por qué lo hace: ni él mismo lo sabe y, en cualquier caso, no podrá explicarlo, ya que su cerebro aún no está maduro para hacerlo en esta etapa.



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En resumen, mi hijo muerde o patalea para hacerme entender algo.

La mayoría de las veces, su comportamiento no tiene nada que ver con la violencia; es simplemente una forma de expresarse. Tú estás ahí para ayudarles a adquirir el lenguaje y enseñarles a gestionar sus emociones. Tu amor y tu apoyo en su desarrollo serán su mayor ayuda.

 

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Bibliografía :

Lo he intentado todo por Isabelle FILLIOZAT

Disciplina positiva por Jane NELSEN

Vivir feliz con su hijo, por Catherine GUEGUEN



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