La comunicación cuidadosa es la elección de muchos padres. Y si estás aquí, ¡seguro que es la tuya! Sabemos que es importante para el desarrollo de nuestros hijos.

También sabemos que los niños necesitan límites y un marco. Establecer límites es esencial para su seguridad emocional. 

Entonces, ¿cómo se puede ser firme y bondadoso al mismo tiempo? ¿Es posible establecer un marco benévolo? Eso es lo que vamos a averiguar en este artículo. 

¿Por qué poner límites a mi hijo?

Los límites son estructurantes para el niño 

Todos los niños necesitan un marco y unos límites para crecer adecuadamente. Ante todo, para garantizar su seguridad física, porque los menores de 3 años no son conscientes del peligro. Pero eso no es todo. Explicaciones:

Establecer límites es esencial para :

• tranquilizar al niñoguiarle por el camino de las posibilidades.
• buena convivenciarespetar a los demás.
• establecer hábitos y normas que marcarán su vida de niño. Un niño que hace lo que le da la gana no es feliz ni autónomo. Carecerá de puntos de referencia y los buscará provocando conflictos.

Y sí, el escenario es liberador para el niño ¡! María Montessori ya lo entendió, al ofrecer a los niños libertad Y un marco estructurante. Los adultos proporcionan el mejor entorno para que los niños desarrollen su autonomía y confianza, y limitan los conflictos.

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Verbalizar los sentimientos del niño antes de fijar un límite. 

Es importante reconocer el deseo del niño: "Sé que te gusta mucho el helado y que te apetece mucho, y a mí también, pero ya sabes, es casi mediodía y vamos a pensar primero en la comida".

Puede que esto no evite la frustración, porque antes de los 6 años a los niños aún les cuesta gestionar las emociones. Pero reconocerá la emoción y su hijo se sentirá valorado. Mucho más que con una frase como "No tendrás helado porque no es el momento. Y punto". Este es uno de los fundamentos de la comunicación no violenta.

Romper el equilibrio de poder

Explicar las reglas del juego a tu hijo le quitará la sensación de tener que obedecer estúpidamente. 

Autoridad no significa necesariamente imposición

Explicar claramente por qué existe esta norma y reflexionar con tu hijo sobre cómo aplicarla sin demasiadas limitaciones le ayudará a encontrarle un sentido. En la educación positiva, la respuesta "porque es así" no tiene cabida porque rompe el diálogo. 

Co-crear límites con su hijo

Es una buena idea redactar juntos las reglas de vida de tu tribu. Es un enfoque afectuoso, y cada uno puede explicar por turnos lo que es importante para él. Implicar a tus hijos en la creación de las normas de la casa les ayudará a entender mejor los porqués. 

Fomentar el juego y crear un reto

A los niños pequeños a veces les cuesta aceptar las normas porque se sienten frustrados y limitados. Preséntales las cosas de forma lúdica y desenfadada. Esto les resultará mucho más agradable que imponer con autoridad. Y la norma se respetará mucho mejor que si el niño se pone firme.

Por ejemplo, si a su hijo le cuesta ordenar su habitación, saque un reloj de arena: ¡hay colecciones enteras de diferentes longitudes! Los niños ya no perciben el tiempo como una limitación, sino como un reto: ¡ser más rápidos que el reloj de arena!

Prefiera el "yo" al "tú

Esimportanteque expreses tus sentimientos y necesidades como padre. Decir que no te gusta un determinado comportamiento es una forma amable de exponer tus límites personales.

"Me cuesta aceptar tanto ruido en casa, me duele la cabeza".
Tu hijo se lo tomará mucho mejor que el más acusador "Haces demasiado ruido, es insoportable".  

Establecer rutinas

Poner límites también significa establecer rutinas. Así se crea un marco seguro en el que todos pueden orientarse. 

Por ejemplo, para evitar la oposición al aseo nocturno, hay tablas de rutinas en las que el niño tiene una visión general de las tareas que debe realizar. Pueden mover cada etiqueta cuando la acción se ha completado. De este modo, puedes conseguir que se impliquen y se divertirán haciéndolo. 

Este tipo de apoyo ayuda a desarrollar la autonomía, pero también la confianza, tan preciada en la educación Montessori.

Más vale prevenir que curar

¡La anticipación será tu aliada! No dude en recordarle la norma antes de que se produzca el arrebato. Esto servirá de recordatorio suave para refrescar la memoria de tu hijo. Por ejemplo, antes de salir a pasear o de visitar a unos amigos... ¡Será más agradable para todos!

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Pon límites, pero sobre todo respétalos.

Los límites fijados a un niño son tranquilizadores y seguros, si y sólo si son constantes. Los niños saben exactamente a qué atenerse y no temen las reacciones de sus padres. Los límites están claramente definidos y explicados, y el niño puede entonces desarrollarse libremente, respetando los límites de este marco. 

Hacia una crianza más suave

Como ves, plantear las cosas de forma respetuosa y cariñosa aportará mayor serenidad a toda la familia. Una buena comunicación con tu hijo será muy valiosa durante toda tu vida como padre. 

Pero también es un regalo que le haces a tu hijo Conocer tus límites ayudará a tu hijo a desarrollar autonomía y confianza, ¡y le convertirá en un adulto responsable!

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Lecturas complementarias :

Disciplina positiva por Jane NELSEN

Las palabras son ventanas de Marshall B. Rosenberg

Los padres guays hacen felices a sus hijos por Charlotte Ducharme